Esta no ha sido mi semana


Esta semana parecía que todo estaba en mi contra: falta de tiempo por cortesía del calendario escolar, el fin de semana de trabajo que me dejó agotada porque la pequeña no durmió bien ningún día, y cuando por fin intento ponerme ya seriamente a escribir, adiós el ADSL...

Pero por fin me he puesto y tengo que decir que estoy de bajón, es como si la adrenalina de las primeras perdidas estuviese al mínimo. A diario veo fotos de pérdidas de  10 kilos ( yo llevo 9,300 kg) y veo cambios sorprendentes, pero yo me miro al espejo y no se, veo cambios pero muy sutiles; será por la cantidad de kilos a perder pero lo más que he notado es que ya los vaqueros no me aprietan y las chaquetas van cerrando mejor y me puedo permitir llevar una sudadera debajo sin limitar mis movimientos.

Pero no se, es como que esta semana eso no me es suficiente... también creo que es que encima se me ha mezclado este choque con la realidad con una semana dura de trabajo, con no poder tener todo controlado en casa y con momentos en que me he sentido desbordada.

La gente me dice muchas veces "no se como lo haces con cuatro", "¿Los cuatros son tuyos? eres mi heroína" y "a mi me daría algo si me viene el tercero"... y sonrío y siempre digo lo mismo: "si se quiere, se puede", y sigo pensándolo, claro que se puede, pero siempre sacrificando algo. Por ellos he sacrificado horas de sueño, he hecho cualquier cosa para llegar a lo que ellos necesitaban, he dejado de hacer cosas que me gustaban a horarios normales porque ellos querían ver una película que seguramente ya habrían visto 200 veces, o hemos vuelto a ver ese capítulos de Phineas y Ferb que de tanto que lo han echado, la canción me sale sola sin querer. Ahora se que seguiré haciéndolo, pero el cambio que quiero hacer necesita también un ratito para mi, para salir a correr, para hacer mi tabla de ejercicios, para prepararme la comida y no tener que improvisar... y esto, por desgracia, no todo el mundo lo entiende.

Los fines de semana trabajo, por eso dedico los viernes a cocinar para que mi marido no tenga que hacer nada de comida y se pueda centrar en los chicos. Suelo hacer una legumbre, que si es cocido me asegura que al día siguiente tengo sopa, y que puede haber garbanzos fritos para alguno, si no de segundo siempre habrá en la nevera o filetes, o nuggets de pollo o merluza. Para el domingo por si no han quedado restos que hay que terminar, suelo dejar un pollo asado, unos solomillos a la olla express, o algo que requiera la mínima cocina, poco más allá de hacerlo a la plancha o frito. Con las cenas intento planificar que sean sencillas sobre todo si estoy de mañana, porque cuando llego, lo que menos me apetece es ponerme a cocinar, por lo que tiro de pizza, sandwich mixto, fiambre o unos colacaos con galletas, porque seguro que han merendado bien y tampoco tienen mucha hambre.

¿A que parece que lo tengo todo controlado? pues no, siempre hay alguna compra de ultima hora que no se ha hecho, o que no contaba con ella y alguien la hace, gente de más a comer, gente de menos, gente que no le gusta lo que hay y no le importa airearlo a los cuatro vientos... y encima nadie se ha preocupado que yo al día siguiente tenga comida, o por lo menos esté preparada, porque eso es "algo mio", y encima me tengo que callar porque el cerebro no me da para argumentos y al final la respuesta siempre es la misma "como estas a dieta", "si estas cansada vete a la cama"... no se, ¿no sería mas fácil que ya que yo dejo las comidas listas y las cenas pensadas, se respetasen esas cenas o alguien hiciese la cena? Por alguien no me refiero a mi....

La negatividad, esta semana, me pesa mucho en la mochila, y hoy que el sol parece que se va a despedir por unos días, he decidido que quiero terminar lo que empecé, no porque deba si no porque quiero, porque no puedo excusarme en que hay piedrecitas en el camino porque a lo largo de los 262 días que me quedan, me encontrare rocas y montañas que me lo hagan más difícil.

Mañana publicaré dos recetas; una de cebolla que tenía pendiente la semana pasada y una de calabacín que cuando todo el mundo se ponga a hacer deberes, me pondré a preparar.

Siento no haber contado nada más alegre, pero no ha sido una buena semana para mi.

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