#NacidaparaLuchar

Nacida para Luchar

Para mi cumpleaños me regalaron el neceser y la camiseta con fines solidarios (la recaudación va integra para la asociación Aladina) del Club de Malasmadres. Y aunque siempre ha tenido un sentido para mi, en estos días y viendo la lucha de ella, creo que esta hecha para gente que con todo perdido, sin ninguna esperanza, sigue luchando por los suyos... ella sigue agarrada a la voz de sus nietos, y es a lo que reacciona, a veces balbuceando, a veces con una lágrima. Los médicos no se lo explican pero lo poquito de ella que queda no va a bajar los brazos, porque si no los bajó por el hambre de la guerra, porque no los bajó para sacar a su familia adelante, porque luchó cuando su hijo estaba  siendo operado a vida o muerte, esta enfermedad no la va a dejar sin disfrutar de "sus niños". Ella no lo lleva escrito en una camiseta o en un bolso, lo lleva en su alma.

Pero esta lucha también me lleva a pensar si a mi me gustaría que llegado este momento seguir así, sin conocer a los que me quieren, siendo solo un cuerpo que respira pero sin consciente de lo que siente... no me gustaría que mis hijos me vieran así, con un corazón latiendo dentro de un cuerpo que se esta descomponiendo por momentos, y que sólo soy yo unos segundos al día.

Y aquí viene la pregunta: ¿sería bueno que cada uno pudiésemos decidir en que momento queremos dejar de luchar? Estamos en un país muy avanzado en derechos, pero el de la muerte digna creo que todavía es algo poco hablado. Tenemos ejemplos como el de Ramón Sampedro, que causaron gran debate y que incluso fue convertido en película. Nos atrevimos hasta llevarla a los Oscars y sentirnos orgullosos por haber ganado con un tema tan comprometido, pero luego que? Luego nada. Quizás lo más parecido es el Testamento Vital que se puede registrar en la Comunidad de Madrid (desconozco si otras comunidades también lo tienen), y que te permite ser un poco dueño de ciertas decisiones en los que pueden ser los últimos momentos de tu vida. Después de todo lo que esta pasando, tengo muy claro que rellenaré el documento y lo entregaré a la Comunidad de Madrid y dejaré otra copia a mi familia para que sea respetado.

A lo mejor suena a rendición pero no quiero ver sufrir a mis familiares, a mi marido, a mis hijos, ni a mis amigos en el momento que pierda la batalla mas bonita del mundo, la vida.
Sé que es un tema controvertido y del que nos cuesta hablar, y espero tardar mucho en volver a hablar así de mi cuenta atrás hacia los 40. Prometo que el próximo post derrochará positivismo, energía y ganas de vivir.

No me rindo. Quedan 298 días para mi nueva vida, pero luchando como siempre.

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